El estrés es uno de los grandes factores de riesgo para la salud del siglo XXI. Dado que, según el último estudio de Cigna ‘360 Wellbeing Survey 2019: Well and Beyond’ una de sus principales causas reside en el ámbito laboral (25%), gestionar esta problemática debería convertirse en uno de los principales objetivos de las organizaciones dentro de la estrategia de fomento de la salud.