Hoy en día, lograr la plena satisfacción de los empleados es uno de los principales objetivos para las empresas. Un ambiente laboral optimista contribuye a aumentar el vínculo entre los trabajadores y la organización, reforzando los niveles de motivación, compromiso y aprendizaje. Algo que, sin duda, repercute positivamente en términos de productividad.

Para lograr este objetivo, las empresas deben fomentar una cultura de la felicidad basada en el cuidado de aquellos aspectos que influyen en el bienestar y la salud integral de los empleados: el acceso a la atención médica de calidad, las relaciones familiares y sociales, la salud financiera, la vida laboral y personal, o la propia salud física y mental.

Sin embargo, la expansión de la pandemia ha propiciado nuevos hábitos en el ámbito laboral que conviene tener en cuenta. Por citar un ejemplo, la consolidación del teletrabajo ha alterado la vida personal y laboral en algunos casos, favoreciendo el desarrollo de la llamada cultura always on: la idea de tener que estar permanentemente conectados al trabajo.

De hecho, según la última edición de nuestro estudio ‘Cigna COVID-19 Global Impact’¹, el 78% de los empleados de todo el mundo reconoce no desconectar nunca del trabajo, lo que puede llegar a provocar un incremento de los niveles de estrés. Y este estrés, a su vez, puede generar un efecto en cadena sobre los otros ámbitos de vida del empleado, deteriorando su salud física y mental.

Este es sólo un ejemplo, pero puede haber muchos más. De ahí que resulte fundamental que las empresas conozcan pormenorizadamente las necesidades de sus empleados, de manera que puedan proporcionar una respuesta a medida de los retos particulares a los que se estén enfrentando.

Felicidad y bienestar físico y mental, una estrecha relación

Apostar por la felicidad de los empleados desde la empresa tiene múltiples efectos positivos, y uno de los más observables se produce a nivel físico. La sensación de alegría y confort provoca efectos beneficiosos sobre el organismo, ya que reduce el insomnio, ayuda a controlar la salud cardiovascular, mejora el sistema inmunológico, y produce una liberación de serotonina, dopamina y endorfinas, que ayudan a aumentar la confianza.  Por eso, la sensación de felicidad esté estrechamente relacionada con el bienestar físico y mental.

De ahí que aquellos empleados que se sienten felices y satisfechos también se sienten más motivados, y ven cómo su capacidad para afrontar retos profesionales con más energía y seguridad aumenta.

Pero es importante tener en cuenta que la vida de los empleados es más compleja que nunca y que su bienestar depende de muchos factores que están en constante cambio: el bienestar familiar, las preocupaciones financieras, el equilibrio entre la vida laboral y la vida personal, o incluso el acceso a la atención médica. Todos estos factores influyen en el bienestar de los empleados y, por tanto, afectan a sus niveles de felicidad.

Auge de los entornos de trabajo híbridos, una oportunidad de mejora

Asimismo, es importante tener en cuenta el impacto de determinados cambios que se están viviendo, como es el caso de la expansión del teletrabajo. El auge de los entornos de trabajo híbridos ha supuesto un cambio en la manera en la que se relacionan los empleados, algo que sin duda afecta directamente a su felicidad: gozar de buenas relaciones con otros compañeros es clave para generar confianza, ya que facilitan que se puedan compartir preocupaciones o emociones, además de ayudar a tolerar mejor las exigencias y altibajos de la rutina.

Por esta razón, el hecho de que los empleados no compartan el mismo espacio físico no debe mermar la solidez de las redes de apoyo que se generan entre ellos. De ahí que ahora sea más importante que nunca trabajar en la humanización de la tecnología para reforzar las relaciones interpersonales y las conexiones entre empleados, llevándolos también al ámbito digital. De esta manera, el desarrollo de entornos colaborativos híbridos es clave para que los empleados se sientan motivados y parte del equipo, reforzando su sentimiento de pertenencia.

En este sentido, las soluciones de telemedicina son grandes aliadas para alcanzar este objetivo. Este tipo de herramientas brindan la posibilidad de acceder a un cuidado holístico de la salud esté donde esté cada empleado, tanto a nivel físico como emocional, y en muchos casos, extendiendo esta atención a sus familias. De ahí que algo tan sencillo como ofrecer a los empleados acceso a este tipo de herramientas tenga un efecto muy positivo en áreas cruciales como son el cuidado de la salud física y mental, la conciliación laboral y familiar o la mejora de la vida doméstica, al minimizarse las preocupaciones relacionadas con el acceso a la atención médica.  

Además, no hay que olvidar que este tipo de servicios engloba evaluaciones de salud o programas de coaching online que permiten gestionar cuestiones específicas relacionadas con la gestión de emociones, como el estrés, la ansiedad o el miedo.

Influencia del liderazgo en la mejora del bienestar

De la misma manera, no hay que perder de vista el papel que tienen los líderes de las diferentes áreas de una empresa a la hora de influir en el bienestar del trabajador. Las personas que ocupan puestos de responsabilidad están en posición de ayudar a establecer un entorno de confianza con el empleado a través de una conversación sólida y la cercanía que surge del contacto directo.

En este sentido, los datos del último estudio ‘Cigna COVID-19 Global Impact’¹ son muy positivos: un 69% de los encuestados afirma que mantiene una buena relación con su superior. Aunque el punto de partida es bueno, aún queda margen de mejora: los responsables de equipos deben convertirse en referentes en cuestiones que vayan más allá de las tareas meramente productivas, y convertirse en puntos de apoyo para tratar temas un más sensibles, como puede ser el caso de la salud financiera.

Precisamente, éste es uno de los factores causantes de estrés más comunes en los empleados, por lo que es fundamental normalizar las conversaciones alrededor de este tema. Adicionalmente, es una buena idea ofrecer apoyo a través de programas de asistencia al empleado que permitan un asesoramiento psicológico u orientación sobre la gestión financiera personal.

Adicionalmente, otro de los grandes aspectos en los que es necesario profundizar para impulsar la felicidad en la empresa es el equilibrio entre la vida laboral y personal de los empleados. De ahí que resulte especialmente interesante fomentar actividades e iniciativas que formen a los empleados en temas como son la productividad y gestión del tiempo, al mismo tiempo que se impulsan políticas de conciliación basadas en la flexibilidad.

En relación a este punto, es especialmente interesante ofrecer la posibilidad de acceder a los planes de salud para empresa a los familiares directos de los empleados (pareja e hijos). La tranquilidad de saber que sus seres queridos están protegidos frente a cualquier eventualidad, pudiendo acceder a atención médica de calidad siempre que la necesiten, repercutirá positivamente en los niveles de satisfacción y compromiso del empleado.

En definitiva, a la hora de impulsar una ‘cultura de la felicidad’ en una empresa, es imprescindible tener en cuenta el amplio abanico de factores interconectados entre sí de los que depende la salud y bienestar integral de un empleado. Sólo desde este enfoque holístico, en que se tiene en cuenta a cada uno de los miembros de una organización y a su entorno cercano, es posible alcanzar la meta de la felicidad organizacional.

Whole Health de Cigna, una nueva forma de entender la salud

La pandemia ha impactado directamente en la vida de las personas, afectando a todos los ámbitos de su rutina diaria: salud física y mental, trabajo, contexto familiar y social, finanzas personales, etc. Conscientes de cómo este cambio continuo puede estar repercutiendo en el bienestar de la población, Cigna ha adaptado en toda Europa su oferta de soluciones de salud a las nuevas expectativas y necesidades actuales de sus clientes y asegurados desde un enfoque holístico: Whole Health.

Whole Health es una nueva forma de entender la asistencia sanitaria y el concepto de salud, teniendo en cuenta todos los ámbitos que conforman el día a día y que afectan a cómo nos sentimos, actuamos y percibimos lo que nos rodea. Ya no basta con pensar en términos de cuerpo y mente o salud y enfermedad. Ahora es necesario contar con una perspectiva más amplia que aborde las consecuencias que está teniendo la pandemia a todos los niveles.

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FUENTES:

¹Cigna. ‘COVID-19 Global Impact’. Positivity around Vaccine Roll-Out and Anticipated Approval Leads Improved Perceptions on Whole Health. Enlace