El cuidado de la salud de los empleados es una cuestión fundamental, en la que tanto grandes organizaciones como pequeñas y medianas empresas deben implicarse. De esta manera, a la hora de plantear la puesta en marcha de un plan de bienestar las pymes deben tomar como punto de partida la adopción de un enfoque holístico que recoja los múltiples aspectos que impactan en la salud de su plantilla.

Y es que la vida de cada persona está compuesta por múltiples factores, interconectados entre sí, que influyen en su bienestar: desde la salud física a la mental, pasando por su salud financiera, relaciones familiares y vida doméstica, hasta el acceso a la atención médica o red de apoyo. Por ello, también es imprescindible que desde los puestos de liderazgo se reconozcan las situaciones particulares de cada empleado para, así, construir un plan que responda a sus necesidades y lanzar un mensaje de compromiso global desde el primer momento.

Las peculiaridades de una pyme presentan ciertas ventajas a la hora de poner en marcha este tipo de planes: contar con un equipo más reducido – en comparación con una empresa de mayor tamaño – proporciona un mayor margen de maniobra a la hora de impulsar este tipo de programas y, en consecuencia, su impacto en la cultura de empresa será más marcado. Por no mencionar las facilidades operativas que simplifican su puesta en marcha y aportan mayor agilidad y rapidez en su ejecución, supervisión y corrección de posibles desviaciones.

Pero la gran ventaja de las pymes frente a otro tipo de organizaciones es que, generalmente, la estructura de la empresa es más sencilla, y por esa misma razón se puede contar con un conocimiento exhaustivo acerca de los desafíos particulares que afronta cada empleado, así como de las preferencias del conjunto de la plantilla. Por tanto, permite ofrecer soluciones más individualizadas, y por tanto, más efectivas.

Apostar por la salud y bienestar de los empleados es una inversión en la empresa

Una de las primeras dudas que suelen surgir a la hora de impulsar un plan de salud y bienestar son los costes asociados que conlleva. Aquí, la respuesta es clara: cuidar del bienestar de los empleados es una inversión que impacta directamente en la cuenta de resultados del negocio. Un empleado sano y que siente que su empresa lo apoya en los ámbitos más importantes de su día a día es un empleado satisfecho, motivado y comprometido, que no dudará en dar lo mejor de sí mismo para alcanzar los objetivos. Por tanto, invertir en salud es apostar por el éxito de la pyme.

En este sentido, es importante tener en cuenta el contexto en el que vivimos. La pandemia ha incrementado el interés por el cuidado de la salud y bienestar, tanto de los empleados como de sus familias. Según los últimos datos recogidos en el informe ‘Cigna COVID-19 Global Impact’¹, algunas de las principales demandas de los empleados en materia de salud hacia sus empresas son contar con una cobertura sanitaria mejorada (62%), un mayor apoyo en materia de salud mental (53%) y herramientas o prestaciones para mantener un estilo de vida saludable (48%). Estos datos ponen de manifiesto la necesidad de que las pymes cuenten con un plan de salud que actúe sobre todas las esferas del trabajador.

Cómo crear un plan de salud para una pyme paso a paso

Una vez planteadas las bases, es hora de ponerse manos a la obra y comenzar a construir un plan de salud y bienestar. ¿Por dónde comenzar?

1. Análisis de la situación

Como punto de partida, es imprescindible realizar un exhaustivo análisis que permita obtener una foto fija de la situación de los empleados. Para ello, es interesante evaluar algunos indicadores como las tasas de absentismo y las encuestas a trabajadores, entre otros. Asimismo, será crucial conocer el presupuesto disponible a fin de que los proveedores de servicios de salud puedan diseñar un plan que cubra las necesidades más concretas de la organización.

Llegados a este punto, conviene recordar que la transparencia interna con la que se recaban los resultados y se establecen las soluciones es clave en el éxito de las iniciativas de salud. De esta manera, es esencial que desde los puestos de responsabilidad se fomente una comunicación transversal entre equipos. Esto contribuirá a generar mayor implicación y confianza de los empleados, favoreciendo su conexión con la organización, así como a reforzar la reputación empresarial.

2. Establecimiento de objetivos cuantitativos y cualitativos

Tras la fase inicial de análisis, se determinarán los objetivos cuantitativos, entre los que destacan el nivel de ingresos, el índice de retención o la rentabilidad del plan, y también los objetivos cualitativos. En este caso, hablamos del nivel de satisfacción de los trabajadores, la imagen que proyecta la empresa o la consolidación en el mercado. El establecimiento de estos objetivos será crucial para identificar las áreas en las que se deben centrar los esfuerzos.

3. Definición de la estrategia

A la hora de trazar el plan de salud, es fundamental definir las líneas estratégicas y que las acciones estén enfocadas hacia la colaboración entre toda la plantilla, con independencia de su tamaño. Así, fomentar un compromiso común y una concienciación sobre la importancia que tiene cuidar la salud y el bienestar de los empleados, puede asegurar el éxito de un plan de estas características en una pyme.

4. Planteamiento y puesta en marcha del plan de acción

Una vez establecida la estrategia, se creará el equipo responsable, que deberá tener una amplia disponibilidad y flexibilidad para atender las solicitudes de los trabajadores, y será el encargado de detectar cualquier desviación para corregirla a tiempo.

También será importante establecer un calendario de ejecución para organizar y visualizar el lanzamiento de cada una de las iniciativas vinculadas al plan y tener una clara noción de los tiempos en los que empezar a observar resultados. Por ejemplo, durante el primer mes, poner en marcha sesiones psicológicas para evaluar el estado inicial de salud de la plantilla; continuar dando acceso a guías digitales para fomentar el cuidado de la salud mental y física; ofrecer el servicio de telemedicina cuando ya se familiaricen con la dinámica del plan, etc.

Así, este plan debe incluir acciones que aborden las múltiples áreas que influyen en el bienestar de las personas, para garantizar el apoyo al empleado en todo momento y  ante cualquier circunstancia: programas orientados a mejorar el acceso a la atención médica de los trabajadores siempre que lo necesiten; programas centrados en patologías específicas, dirigidos a apoyar a empleados que padecen problemas de salud; herramientas que fomenten cambios positivos en el estilo de vida y el comportamiento (alimentación saludable, deshabituación tabáquica o programas de control de peso) o planes que ayuden a prevenir la aparición de una enfermedad, como la vacunación contra la gripe, así como la promoción y fomento de prácticas higiénicas en el lugar de trabajo.

5. Evaluación continua

Por último, el departamento de Recursos Humanos o el equipo responsable de gestionar el personal en la compañía deberá evaluar el feedback de la fuerza laboral para estimar las tasas de participación y compromiso. Para acceder a esta información, será recomendable realizar encuestas online antes y después de la puesta en marcha del programa. Una vez el plan entre en acción, recibir comentarios de la plantilla será útil para detectar necesidades no atendidas, nuevas áreas de oportunidad, solventar cualquier desviación que pueda influir en el bienestar de los equipos, así como medir el valor y la efectividad del plan.

Contar con el apoyo de proveedores de servicios de salud, como Cigna, ayudará a equilibrar el coste económico y de recursos con los objetivos del plan de salud, obteniendo una solución personalizada y hecha a medida. Para su diseño e implantación es esencial ir de la mano de compañías que ofrezcan todo tipo de soluciones: amplias redes médicas, equipos de atención al cliente 24/7, prestaciones enfocadas a la salud mental y física, orientación durante la implementación de un programa de bienestar, herramientas de telemedicina, etc. Estos servicios aumentarán la sensación de seguridad de los trabajadores y reforzarán el posicionamiento de la empresa. 

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Fuentes:

¹ Cigna ‘COVID-19 Global Impact’. Positivity around Vaccine Roll-Out and Anticipated Approval Leads Improved Perceptions on Whole Health. Enlace.