Con el aumento de las temperaturas y la humedad, los cambios de rutina y el aumento de la luz solar, algunas personas experimentan Trastorno Afectivo Estacional (TAE), una forma de depresión que se presenta en ciertos momentos del año. Y, aunque es más común en otoño e invierno, también se puede experimentar en verano.
Dificultad para conciliar el sueño o para mantenerse dormido, pérdida del apetito, aumento de la ansiedad y la irritabilidad o problemas para mantener la concentración, son algunos de los síntomas más comunes de este trastorno.
Es fundamental ser conscientes de esta realidad y cómo afecta a la calidad de vida y, más aún, teniendo en cuenta que solo el 31% de los españoles se siente con energía, tal y como muestra el estudio Cigna 360-Vitality.
En verano algunas personas sienten más cansancio y falta de energía
Reconocer los síntomas y adoptar medidas preventivas puede ayudar a minimizar sus efectos y mejorar el bienestar general durante la época estival. Para ello, puedes seguir la regla de las 5D, para mantener un buen estado de ánimo y nivel de energía durante el verano, mejorando así tu calidad de vida:
Regla de las 5D
- Descanso. El descanso adecuado es esencial para combatir los efectos del TAE en verano. Mantener una rutina de sueño consistente ayuda a regular el ritmo circadiano y mejora la calidad del sueño. Es importante irse a dormir y despertarse a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Por otro lado, para asegurar un entorno adecuado para el sueño, mantén tu dormitorio fresco utilizando aire acondicionado o ventiladores. Además, bloquea la luz externa con cortinas opacas o usa antifaz para dormir. Establecer rituales relajantes antes de acostarte, como leer un libro o tomar un baño tibio, también puede facilitar la transición al sueño.
- Dieta. Una alimentación equilibrada y adecuada es fundamental para mantener los niveles de energía y bienestar durante el verano. Opta por comidas ligeras y frescas que incluyan frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros. Estos alimentos no solo proporcionan los nutrientes necesarios, sino que también ayudan a mantener una sensación de frescura y ligereza. Además, evita los alimentos pesados y altos en azúcar, ya que pueden causar fluctuaciones en los niveles de energía y afectar negativamente tu estado de ánimo. Por otro lado, recuerda que la hidratación es clave, por lo que debes asegurarte de beber suficiente agua a lo largo del día, especialmente en los días calurosos.
- Deporte. Incorporar una rutina de ejercicio regular es una excelente manera de combatir el TAE en verano. La actividad física libera endorfinas, que son hormonas que mejoran el estado de ánimo y reducen el estrés. Intenta hacer ejercicio temprano en la mañana o al final del día, cuando las temperaturas son más bajas. Además, las actividades acuáticas, como la natación, ayudan a mantenerse fresco mientras se realiza ejercicio.
- Desconexión. En la era digital, la desconexión es vital para mantener un equilibrio mental y emocional, especialmente durante el verano. Aprovecha las vacaciones de verano para dedicar tiempo a actividades relajantes y que no involucren tecnología, como leer, pasear al aire libre o practicar un hobby. Para ello, puedes limitar el tiempo frente a pantallas, especialmente antes de dormir, ya que la luz azul puede interferir con la producción de melatonina y afectar el sueño. Además, técnicas de relajación como el yoga, la meditación y la respiración profunda pueden reducir significativamente el estrés y la ansiedad, ayudándote a desconectar y recargar energías.
- Disfrute. Hacer actividades que te apasionen y te relajen es crucial para combatir el TAE en verano. Planifica tiempo para hacer cosas que realmente disfrutes, ya sea pasar tiempo con amigos y familiares, explorar la naturaleza, o dedicarte a tus hobbies favoritos. Participar en actividades que te hagan feliz no solo mejora tu estado de ánimo, sino que también te proporciona un sentido de satisfacción y bienestar general. No obstante, es importante hacer todos estos planes en las horas del día más frescas, como temprano en la mañana o al atardecer, para evitar el calor extremo.
Recuerda: Si los síntomas persisten o empeoran, es importante buscar ayuda profesional para recibir el tratamiento adecuado.