Cada vez es más común comer en el trabajo y la tendencia de picar algo entre horas o llevar un túper con comida está ganando terreno. Las jornadas largas, el estrés y la falta de tiempo, a menudo nos llevan a elegir opciones poco saludables. Pero, ¿es posible mantener una dieta equilibrada y sana cuando se come fuera de casa a diario?
Para mantener la energía y la concentración durante el día, es fundamental elegir opciones nutritivas que no solo nos llenen, sino que también nos aporten los nutrientes necesarios para optimizar nuestro rendimiento.
¿Qué comer para mantener la energía durante la jornada laboral?
- Para desayunar, siempre es bueno incluir una pieza de fruta. Aparte de aportarnos los nutrientes esenciales para el adecuado funcionamiento de nuestro organismo, la fruta posee azúcares orgánicos, como la fructosa, que nos proporcionan energía de manera constante, lo que favorece la concentración y la productividad en el trabajo. Además, tienen un alto contenido de agua, lo que ayuda a mantenernos hidratados durante el día, lo que se traduce en un mejor desempeño laboral.
- A media mañana, frutos secos para saciar el hambre. Son el combustible perfecto para recargar pilas, Proporcionan una gran cantidad de energía al poseer varios minerales como el fósforo, calcio, hierro y zinc. También aportan una significativa cantidad de proteínas y fibra, que nos ayudan concentrarnos. Algunos de los alimentos ricos en fibra que podemos comer son nueces, almendras o cacahuetes.
- A la hora de comer, legumbres para recargar pilas. Son ricas en fibra, proteína, hierro y almidón, por lo que forman una fuente de energía ideal para un largo día de trabajo. Además, su alto contenido en carbohidratos de lenta absorción produce que liberemos la glucosa más despacio y, por lo tanto, la energía que nos proporciona este alimento dura más tiempo.
¿Qué evitar para mantenernos activos?
- Azúcares añadidos. Con este tipo de ingesta, sobreestimulamos la producción de insulina, lo que provoca un aumento rápido en la producción de energía. Sin embargo, es una sensación poco duradera, ya que viene acompañada de una caída brusca posterior, que hace que nos volvamos a sentir cansados poco después de comer.
- Ultraprocesados y grasas saturadas. El exceso de comida basura y precocinada dificulta la digestión y puede alterar el equilibrio de nuestro cuerpo. Estos alimentos provocan picos elevados de glucosa en sangre, lo que puede generar cambios de humor, irritabilidad, mareos, nerviosismo, dificultad para concentrarse y sensación de fatiga o falta de energía.
- Café y las bebidas energéticas. Consumir demasiados estimulantes, además de aumentar nuestro cansancio, también provoca ciertas pérdidas de minerales como el calcio, el zinc y el magnesio. Por lo que consumirlos en exceso, implica sumar nerviosismo y restar energía.
Por lo tanto, para una jornada larga de trabajo, la mejor opción es a combinar alimentos que proporcionen energía de forma constante, favorezcan la concentración y eviten la somnolencia.
Además, puedes compartir con tu plantilla estos consejos para vencer el cansancio en el trabajo con una alimentación adecuada.