Actualmente, solo un 20% de los españoles entre 18 y 34 años duermen bien, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) y la Sociedad Española del Sueño (SES). Un descanso adecuado mejora el estado de ánimo, ayuda a reducir la irritabilidad y los síntomas de ansiedad y depresión, y permite afrontar el día con más energía y claridad mental.

Y es que, cuando dormimos bien, nuestro cerebro tiene la oportunidad de procesar información, consolidar recuerdos y eliminar toxinas. Esto refuerza la memoria, mejora la concentración y nos ayuda a tomar mejores decisiones. Además, un descanso suficiente es fundamental para la regulación de las emociones, ya que el sueño adecuado ayuda a equilibrar la amígdala, la parte del cerebro que controla las reacciones emocionales. Esto se traduce en una mayor estabilidad emocional y una mejor capacidad para gestionar el estrés.

Por el contrario, la falta de sueño afecta gravemente estas funciones, volviéndonos más propensos a errores, olvidos y dificultades para resolver problemas. Asimismo, un mal descanso incrementa los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que puede generar ansiedad crónica y aumentar la tensión mental. A largo plazo, la falta de sueño eleva el riesgo de desarrollar trastornos mentales graves, como depresión y ansiedad, y también puede contribuir a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, ya que el cerebro no logra eliminar adecuadamente las proteínas tóxicas durante la fase de sueño profundo.

La higiene del sueño es clave para garantizar una buena salud mental y bienestar general

Adoptar hábitos de sueño saludables, como mantener horarios regulares, evitar el uso de pantallas antes de acostarse y crear un ambiente de descanso adecuado, no solo impacta la calidad del descanso, sino que también desempeña un papel fundamental en el bienestar psicológico y el funcionamiento cognitivo. Pero ¿estás haciendo una buena higiene del sueño o hay puntos que puedes mejorar?