La rutina, el estrés o la sobrecarga de trabajo son factores que pueden generar emociones negativas como frustración y ansiedad en el entorno laboral. Por esta razón, es esencial que los profesionales de Recursos Humanos sepan identificarlas para así mejorar la salud integral de la plantilla y, por extensión, su rendimiento laboral. Pero ¿cómo deben afrontar este reto? Desde Cigna, como compañía experta en soluciones de salud, te invitamos a descubrirlo.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que la vida de los trabajadores se ha vuelto más compleja que antes, con nuevas preocupaciones que afectan a su día a día. En algunos casos, esto puede llegar a causar la aparición de ciertas emociones negativas, lo que puede afectar a su bienestar integral. Por esa razón, es muy importante comprender los mecanismos que las propician para aprender a identificarlas y manejarlas.
Para ello, es primordial que desde las empresas se aborde el cuidado de la salud y bienestar desde una perspectiva amplia. De ese modo, será mas fácil comprender cómo y por qué una persona reacciona de una manera, o ante qué situaciones la fuerza laboral experimenta emociones negativas como el miedo o el estrés. Especialmente en un momento en el que, según el estudio ‘Cigna 360 Well-being Survey’, el 72% de la población europea reconoce sufrir estrés, lo que provoca alteraciones en el sueño (50%) y sensación de tristeza (39%).
Ante estos datos, no cabe duda de que promover la salud y el bienestar integral de la plantilla es un buen punto de partida sobre el que perfilar una estrategia con la que se ayude a los empleados a gestionar las emociones negativas. En Cigna, como compañía experta en soluciones de salud, queremos ayudarte a afrontar este desafío proponiéndote algunas ideas:
- Identificar los retos específicos que afronta cada empleado. El primer paso para ayudar a los empleados a gestionar las emociones negativas es identificar qué les hace reaccionar de ese modo, de manera que se puedan poner en marcha iniciativas que limiten su impacto. Para recabar esta información, las encuestas y cuestionarios internos pueden ser muy útiles para alcanzar este objetivo.
- Entrenar a los responsables de equipo en habilidades de inteligencia emocional. No hay que perder de vista el papel que tienen los líderes de las diferentes áreas de una empresa a la hora de influir en el bienestar del trabajador. Las personas que ocupan puestos de responsabilidad están en posición de ayudar a establecer un entorno de confianza con el empleado a través de una conversación sólida y la cercanía que surge del contacto directo. Adicionalmente, es una buena idea ofrecer apoyo a través de programas de asistencia al empleado que permitan un asesoramiento psicológico u orientación sobre la gestión financiera personal.
- Invertir en herramientas que mejoren la autorregulación emocional. Resulta interesante contemplar la implantación de herramientas que contribuyan a cuidar la salud mental de los empleados, a que tomen conciencia de sus emociones y aprendan a gestionar el estrés o la ansiedad. En ese sentido, ofrecer acceso a soluciones de telemedicina, como Cigna Wellbeing App™, puede ser muy útil. Esto es así porque facilita el acceso de los empleados a orientación psicológica de mano de mejores profesionales de la salud, en cualquier momento y lugar,
- Extender las iniciativas de cuidado de la salud integral al entorno familiar. Las preocupaciones asociadas a la vida personal son otro de los aspectos que más emociones negativas puede generar. Por ello, es importante que las organizaciones sean conscientes de que los empleados también son padres, hijos, hermanos… y tienen un rol relevante en su familia. Ante esta situación, los profesionales de recursos humanos pueden dar un paso más en el cuidado de la salud integral de su equipo incluyendo, por ejemplo, a sus familiares en los planes de salud. Y es que la posibilidad de brindar acceso a la atención médica de calidad a los trabajadores y a sus seres queridos, hace que se sientan más seguros y, en consecuencia, más satisfechos.
- Impulsar el trabajo en equipo y el buen ambiente de trabajo. Promover la socialización entre compañeros facilita la comunicación y el sentimiento de bienestar, y evita que el ambiente laboral se convierta en una fuente de estrés y malestar. Por tanto, el objetivo deberá dirigirse a practicar la empatía social, conseguir que las relaciones entre los individuos y equipos fluyan de manera natural y crear vínculos positivos.
- Impulsar una cultura empresarial centrada en la felicidad del empleado. Un ambiente laboral optimista contribuye a aumentar el vínculo entre los trabajadores y la organización, reforzando los niveles de motivación, compromiso y aprendizaje. En consecuencia, también será una arma excelente para luchar contra las emociones negativas.
Brindando este tipo de herramientas y recursos, en Cigna trabajamos cada día para mejorar la vida de las personas. Por ello, ayudamos a las empresas a desarrollar programas de salud con un enfoque holístico, y así conseguir empleados más sanos y felices. Gracias a esta perspectiva global, las organizaciones pueden convertirse en un pilar de apoyo de su fuerza laboral.
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