En los últimos meses del año es habitual que se alteren los patrones de alimentación, debido al aumento de las comidas fuera de casa, que pueden llevar a los empleados a adoptar hábitos menos saludables. De hecho, los nutricionistas calculan que los españoles engordamos de media entre 3 y 5 kilos durante la Navidad.
Este cambio en la dieta puede tener un impacto significativo en la productividad, el bienestar y la salud general de los empleados. La falta de energía, la fatiga y la sensación de malestar digestivo pueden disminuir la concentración y la productividad de los empleados. Además, un aumento en el estrés y la ansiedad relacionado con la preocupación por la salud puede afectar el clima laboral, generando un ambiente menos colaborativo. Todo esto puede resultar en una disminución del rendimiento general, lo que repercute tanto en los objetivos individuales como en los de la empresa.
Los españoles engordamos de media entre 3 y 5 kilos durante la Navidad
Sin embargo, se puede disfrutar de esta temporada sin comprometer la salud ni el rendimiento laboral.
Para mitigar estos efectos negativos, las empresas pueden implementar diversas medidas que promuevan una alimentación inteligente durante las festividades:
- Ofrecer opciones de comidas saludables. Si se tiene opción a comida en la oficina, es fundamental proporcionar una variedad de platos que incluyan ensaladas, verduras asadas, proteínas magras y frutas frescas. Esto permite a los empleados disfrutar de comidas deliciosas sin excesos calóricos. Además, facilitar opciones de snacks saludables, como frutos secos, yogur, frutas y barritas de granola, puede ayudar a los empleados a evitar la tentación de consumir productos menos saludables.
- Concienciar y educar nutricionalmente. Organizar charlas o talleres sobre alimentación saludable puede ser una forma efectiva de concienciar a los empleados sobre cómo disfrutar de las fiestas de manera equilibrada. Proporcionar recursos impresos sobre nutrición también puede ser de gran ayuda.
- Crear un menú saludable de Navidad. Las empresas pueden ofrecer recetas y sugerencias de platos saludables que los empleados puedan preparar en casa. Esto no solo promueve una alimentación más saludable, sino que también involucra a los empleados en la planificación de sus celebraciones, haciendo que se sientan parte activa de la iniciativa. Además, dar consejos sobre las cantidades y el tamaño de porción ideal, puede ayudar a los empleados a disfrutar de sus comidas sin excederse, facilitando así una mejor gestión de su ingesta calórica durante las festividades.
- Fomentar la actividad física. Con la llegada del frío, puede resultar más difícil hacer ejercicio. Sin embargo, es fundamental mantener la actividad física, ya que fortalece el sistema inmunológico, reduce el riesgo de depresión estacional y ayuda a que nuestro cuerpo sea capaz de regular mejor las temperaturas. Para ayudar a los empleados, las empresas pueden organizar pausas activas durante la jornada laboral o proponer caminatas grupales. Estas iniciativas pueden no solo contrarrestar el aumento de calorías consumidas, sino también mejorar el estado de ánimo y fortalecer la cohesión del equipo.
Implementar estas estrategias no solo contribuirá al bienestar de los empleados, sino que también fortalecerá la cultura organizacional, creando un ambiente más saludable y productivo. Así, todos podrán disfrutar de las festividades sin comprometer su salud ni su rendimiento laboral.