Tal y como señala la Fundación Española del Corazón, cada año fallecen en el mundo 17,9 millones de personas a causa de alguna enfermedad cardiovascular (ECV). Por ello, conocer las señales de un posible problema de corazón es fundamental para prevenir un accidente cardiovascular, así como para contribuir al diagnóstico de enfermedades de este tipo.
Sin embargo, según los datos recogidos en el estudio Cigna, "360 Wellbeing Survey 2019: Well and Beyond", aunque el 63% de los españoles afirma saber identificar los síntomas asociados a alguna patología del corazón, lo cierto es que la gran mayoría lo relaciona principalmente a dolores o molestias en el pecho (58%), sin tener apenas en cuenta otros indicadores.
En este sentido, es importante tener en cuenta que los síntomas de una enfermedad cardiovascular pueden variar por sexo. Por ejemplo, los hombres son más propensos a padecer dolor en el pecho, y las mujeres pueden experimentar otros síntomas, además de malestar en el pecho, como dificultad para respirar, náuseas o fatiga inusual. No obstante, la sintomatología general se suele centrar en opresión en el pecho, dificultad para respirar, sudoración, dolor en el cuello, mandíbula, garganta, área superior del abdomen o en la espalda, así como también dolor, entumecimiento, debilidad y sensación de frío en piernas o brazos, cuando se produce una afectación de los vasos sanguíneos de la circulación periférica.
No obstante, el informe de la aseguradora de salud muestra que solo el 35% asocia el aturdimiento o mareos, el dolor en brazo u hombros (34%), la falta de aire (30%) o el dolor de mandíbula, cuello o espalda (13%) a problemas cardíacos. Es más, tal y como reflejan los resultados, en general, los encuestados nacionales solo reconocen como síntomas de una posible afección cardíaca una media de dos de los anteriormente descritos.
Si se analizan estos datos por públicos, se observa que las mujeres tienen algo más de conocimiento que los hombres. En concreto, ellas reconocen una media de 2,5 indicadores, frente a los 2,2 de ellos. Por edades, los mayores de 35 años también son los mejor informados (2,4).
A la hora de preguntarles si han experimentado alguna de estas señales, el 51% dice que sí. En concreto, el 12% reconoce haberlos padecido en los últimos seis meses, sobre todo, en lo que respecta a molestias en el pecho (77%), mandíbula, cuello o espalda (61%) o brazo u hombros (42%). De entre todos los españoles que han presentado algún síntoma, solo el 19% ha ido al médico a pedir un diagnóstico.
La medición de la tensión arterial, un imprescindible que cumple la mayoría de los españoles
Otra de las principales vías para prevenir un problema de corazón es controlar los niveles de presión arterial. Algo que, según los datos obtenidos por la aseguradora de salud, la mayoría de los españoles sigue a rajatabla: el 79% de los encuestados nacionales afirma revisarla periódicamente.
Como es de esperar, los mayores de 50 años son los más concienciados (86%), en comparación con los de entre 25-34 años (63%) y los de entre 35-49 años (83%). Eso sí, la mayor parte lo hace a través de aparatos tradicionales como el tensiómetro: únicamente el 26% utiliza wearables para controlar su salud cardiovascular, un número que debería ser muy superior, dada la accesibilidad que caracteriza a este tipo de tecnología.
La hipertensión, principal factor de riesgo
Según la última Encuesta Nacional de Salud publicada por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, la hipertensión arterial es el factor de riesgo cardiovascular con mayor prevalencia entre la población española (19,8%). Razón que explica que el 20% de los encuestados por Cigna reconozca que padecerla es una de sus preocupaciones de cara a la vejez.
“Si la presión arterial no se controla, aumentan las posibilidades de sufrir trastornos cardíacos, como pueden ser infarto de miocardio, insuficiencia coronaria o angina de pecho, además de multiplicarse por cinco el riesgo de tener un ictus y hacernos más susceptibles de padecer una insuficiencia renal o alteraciones en la retina”, indica Marta López Tomás, Health Medican Manager de Cigna España.
Otros factores de riesgo cardiovascular que conviene tener en cuenta son el colesterol, la diabetes, el tabaquismo, la herencia genética, el estrés, la obesidad o la frecuencia cardiaca.
Consejos para mantener una salud cardiovascular
A pesar de que se ha demostrado que el estilo de vida tiene una influencia directa en la salud del corazón, una cuarta parte (26%) de la población cree que enfermedades como la hipertensión no pueden revertirse emprendiendo hábitos saludables. En este sentido, algunos consejos de Cigna para mantener el corazón a raya son:
- Llevar un estilo de vida activo. La American Heart Association demostró en un estudio publicado en la revista Arteriosclerosis, Thrombosis and Vascular Biology que correr disminuye el riesgo de hipertensión en un 4,2%, mientras que caminar lo hace en un 7,2%.
- Decir no al tabaco y al alcohol. Es recomendable no superar los 40 gramos/día de alcohol en hombres y 20 en mujeres. Por otro lado, tal y como indica la Fundación Española del Corazón, dejar de fumar tiene unos efectos positivos superiores a cualquier medicación para la hipertensión.
- Mantener un peso saludable. A medida que aumenta el peso se elevan las cifras de presión arterial.
- Reducir el consumo de sal. Tal y como afirma la Organización Mundial de la Salud, el elevado consumo de sodio (> 2 gramos/día, equivalente a 5 gramos de sal por día) y la absorción insuficiente de potasio (menos de 3,5 gramos por día) contribuyen a la hipertensión arterial y aumentan el riesgo de cardiopatía y accidente cerebrovascular.
- Apostar por alimentos cardioprotectores. La dieta cardiosaludable se basa en reducir el consumo de grasas de origen animal, evitar el exceso de calorías y favorecer la alimentación a base de frutas, verduras, aceite de oliva, pescado y fibra. En general, se aconseja que las grasas constituyan menos del 30% del total de calorías.