Cada 20 de marzo se celebra el Día Internacional de la Felicidad, una fecha que busca resaltar la importancia que tiene la felicidad en el bienestar de las personas. Y es que, la felicidad y la salud están estrechamente relacionadas, formando un vínculo poderoso que influye en diversos aspectos de nuestra vida. Numerosos estudios han demostrado que el estado emocional de una persona puede tener un impacto significativo en su bienestar físico y mental.
Cuando experimentamos felicidad, nuestro cuerpo y mente se ven beneficiados de varias maneras. En primer lugar, la felicidad actúa como un amortiguador contra el estrés, reduciendo los niveles de cortisol y promoviendo una sensación de calma y bienestar. Esto no solo mejora nuestra salud mental, sino que también tiene efectos positivos en el sistema inmunológico, fortaleciéndolo y haciéndonos más resistentes a enfermedades.
Además, la felicidad está asociada con una menor incidencia de riesgo cardiovascular, una recuperación más rápida de enfermedades y una mayor resiliencia ante los desafíos de la vida. Esto se debe en parte a que las emociones positivas promueven hábitos de vida saludables, como hacer ejercicio regularmente, comer bien y dormir lo suficiente.
Las personas felices tienden a vivir más tiempo y disfrutar de una mejor calidad de vida
Actualmente, tan solo el 41% de la población española afirma llevar una vida plena y apenas un 31% se siente con energía, según muestra el estudio Cigna 360-Vitality.
Ante esta situación, y teniendo en cuenta la conexión entre felicidad y salud, hoy te dejamos cinco pasos sencillos que puedes realizar diariamente para cultivar una actitud positiva y bienestar emocional a largo plazo
- Busca un diario ritual de lo positivo de tu día a día. Tómate un momento cada día para reflexionar sobre lo bueno que has experimentado y tomar perspectiva de las experiencias positivas. Puedes apuntar cada día al levantarte tres objetivos que te motiven y te hagan feliz o simplemente dedicar un momento antes de dormir para reflexionar sobre las cosas positivas que te han pasado durante el día. Esto puede ayudarte a apreciar las pequeñas alegrías de la vida y a mantener una actitud positiva.
- Cultiva relaciones significativas. Las relaciones cercanas y de apoyo son fundamentales para la felicidad y el bienestar emocional. Dedica tiempo de calidad a tus seres queridos, a través de actividades juntos, expresando tus emociones hacia ellos, y estando presente cuando te necesiten.
- Encuentra lo que te mueve. Dedica tiempo a actividades que te apasionen y te hagan sentir realizado. Ya sea un hobby, un proyecto creativo o una carrera que te entusiasme, perseguir tus pasiones puede añadir un sentido de propósito y satisfacción a tu vida.
- Prioriza el autocuidado. Poner en primer lugar tu bienestar físico, mental y emocional es fundamental para mantener un equilibrio saludable en tu vida. Esto incluye cuidar tu cuerpo mediante una dieta equilibrada, ejercicio regular y suficiente descanso, así como cuidar tu bienestar mental mediante prácticas como la meditación, la terapia o simplemente tomarte tiempo para relajarte y recargar energías.
- Carpe diem. En lugar de preocuparte por el pasado o el futuro, concéntrate en el momento actual: aquí y ahora. Practica la atención plena o mindfulness y encuentra momentos de alegría y belleza en tu día a día. Para ello, puedes prestar atención consciente a tus pensamientos, sentimientos y sensaciones físicas diarias, y encontrar alegría y belleza en las pequeñas cosas de la vida, como un paseo por la naturaleza o una conversación con un ser querido.
Recuerda que la felicidad es un viaje y no el destino final, así que tómate el tiempo para cultivar hábitos saludables y disfrutar del viaje. ¡Feliz Día Internacional de la Felicidad!