¿Observas que tu hijo siente un intenso picor y no puede parar de rascarse? Puede ser que padezca dermatitis atópica, una enfermedad crónica de la piel que provoca inflamación con picor. Esta problemática afecta a a las capas superficiales y medias de la piel (epidermis y dermis, respectivamente). Hasta en dos tercios de los pacientes, la dermatitis atópica se manifiesta a menudo en casos en los que se cuenta con antecedentes familiares o personales de asma, rinitis, alergia o dermatitis atópica.
Esta problemática, un poco más frecuente en los varones, se puede manifestar desde los dos meses de vida, y puede llegar a afectar al 60% de los pacientes a lo largo del primer año. En raras ocasiones la enfermedad se inicia en la edad adulta.
Es una enfermedad que afecta especialmente a:
· Pliegues corporales (codos, muñecas, parte posterior de rodillas, etc.)
· Caras laterales del cuello.
· Cara, frente, párpados.
· Dorso de pies y manos.
· En casos graves, se generaliza.
¿Cuales son sus signos y síntomas?
Las personas que sufren dermatitis atópica tienen la piel seca. Además, el picor es el síntoma sine qua non de esta problemática. Al rascarse, los pacientes entran en un círculo vicioso que consiste en 4 fases:
Prurito → Rascado → Erupción cutánea → Prurito.
Factores exacerbantes
· Alergias: alérgenos de contacto, alimentos, inhalantes…
· Deshidratación cutánea por baños frecuentes.
· Tensión emocional.
· Hormonas: embarazo, menstruación, tiroides, etc.
· Estación del año: en climas templados, casi siempre mejora en el verano y se agudiza en el invierno.
· Ropa o mantas de lana en contacto directo con la piel…
El dermatólogo podrá realizar el diagnóstico al visualizar las lesiones cutáneas, valorando la distribución en lugares típicos, características y morfología típica de las lesiones, antecedentes personales y familiares de atopia... Además, también podrá apreciar un aumento de la Inmunoglobulina E (IgE = defensa del organismo) en suero en los análisis de sangre.
Sin embargo, la denominada 'prueba del parche' cutáneo (un procedimiento que se utiliza para reconocer y diagnosticar el agente causal de la inflamación en la piel en casos de dermatitis de contacto y eccema alérgico) casi nunca ofrece información que facilite el diagnóstico.
Tratamiento
La parte más importante en el tratamiento de la dermatitis atópica es evitar rascarse. De hacerlo, se puede llegar a sufrir complicaciones derivadas de la sobreinfección de las heridas. Además, es importante tener en cuenta que, pese a los valiosos efectos de los tratamientos de aplicación tópica, son totalmente inútiles si la persona continúa rascándose.
En el caso de que lo indique el especialista, sigue el tratamiento prescrito con antihistamínicos orales, corticosteroides tópicos (en pomada) o antibióticos tópicos u orales en los casos de sobreinfección.
Además, es aconsejable seguir una serie de pautas:
· Opta por baños de corta duración, usando una pequeña cantidad de jabones neutros a base de aceite o avena.
· Hidrata la piel a diario, optando por emolientes sin aroma, ya que contribuirá a prevenir la sequedad cutánea.