Llegan las vacaciones de Navidad y, con ellas, días de celebración con nuestros seres más queridos. Para muchas personas, estos días son motivo de alegría; pero, para otras, estas fechas vienen acompañadas de un profundo sentimiento de tristeza. Y es que, más allá, del estrés que producen las compras navideñas o la presión por cumplir las expectativas sociales, el clima frío, los días más cortos y la reducción de horas de luz afectan al estado de ánimo, así como a la segregación de serotonina (la famosa "hormona de la felicidad"), haciendo que estas fechas sean más grises de lo habitual. Todo ello hace que muchas personas experimenten la conocida depresión blanca o blues de Navidad.
Sobre este fenómeno hay opiniones divididas. Para muchos expertos se considera un Trastorno Afectivo Estacional (TAE), mientras que otros lo definen como un estado emocional pasajero. Eso sí, todos coinciden en que es importante identificar los síntomas para saber cómo afrontarlos.
Para ello, te compartimos cuatro consejos para que disfrutes de la magia de la Navidad sin que los bajones emocionales se interpongan:
- Comparte y valida tus emociones. Si pensamos en la Navidad, es común esperar que sea una época de felicidad, pero si no lo sentimos de ese modo, no pasa nada. A veces, por miedo al qué dirán o por pensar que no es la “forma correcta” de sentirse en estas fechas, evitamos hablar de nuestras emociones. Sin embargo, reprimirlas solo genera más agotamiento físico, mental y emocional. Por eso, es importante que compartamos cómo nos sentimos con nuestro entorno, para apoyarnos en ellos y no afrontar estos sentimientos y estas fechas solos.
- Encuentra actividades relajantes que disfrutes. Entre las celebraciones, los eventos sociales y las compras, es común sentirse abrumado, por lo que es fundamental priorizar nuestro bienestar y buscar momentos en los que poder descansar y desconectar de toda la vorágine que conlleva la actividad navideña. Leer un buen libro, ver una película, cocinar algún plato típico navideño o practicar meditación antes de dormir, puede ser justo lo que necesitas. Además, son una excelente forma de hacer una pausa en medio del ajetreo navideño y, así, recargar las pilas.
- Haz planes al aire libre. Aunque el invierno invite a quedarse en casa, salir a la calle es muy importante. La luz natural estimula la producción de serotonina y de vitamina D, ambas esenciales para mantener un buen estado de ánimo. Así que, aprovecha los ratitos de sol para salir a dar un paseo o ir a algún mercadillo típico de Navidad.
- Rodéate de personas positivas. Pasar tiempo con personas que nos apoyan y nos hacen sentir bien tiene un impacto directo en nuestro bienestar emocional. Las relaciones saludables fomentan la confianza, reducen el estrés y nos ayudan a ver las situaciones desde una perspectiva más optimista. Así que aprovecha estas fiestas y busca a esas personas con las que te sientas en paz y disfruta de su compañía.