En el entorno empresarial actual, donde la eficiencia y la productividad son esenciales, muchas veces subestimamos un factor crucial que influye directamente en el rendimiento de nuestros empleados: el descanso reparador.
El sueño de calidad está directamente relacionado con el rendimiento laboral. Un empleado bien descansado muestra una mayor capacidad de concentración, mejor toma de decisiones y mayor creatividad. Por el contrario, la falta de sueño puede llevar a errores, reducción en la velocidad de trabajo y un aumento en el ausentismo laboral. Al concienciar a nuestros empleados sobre la importancia de un descanso reparador, estamos invirtiendo en una fuerza laboral más eficiente y productiva.
Por tanto, una de las responsabilidades de las empresas es no solo proporcionar un ambiente de trabajo óptimo, sino también educar y concienciar a nuestro equipo sobre la importancia de un buen descanso nocturno.
¿Cómo conseguir que nuestros empleados consigan un sueño de calidad? Te dejamos algunos consejos que puedes facilitar a tu plantilla para conseguirlo:
- Mantener una rutina diaria estable. Procurar acostarse y levantarse más o menos a la misma hora todos los días.
- Hacer una rutina nocturna relajante. En la hora antes de dormir, intentar establecer una rutina de ducha, baño, lectura u otras prácticas relajantes que ayuden a desconectar y bajar niveles de estrés.
- Realizar actividad física, pero preferiblemente por la mañana o la tarde, y evitar actividad física exhaustiva en la noche.
- Evitar la exposición a pantallas (móviles y otros dispositivos electrónicos) al menos 30 minutos antes de ir a la cama, ya que son fuente de luz azul, la cual inhibe la producción de melatonina, la hormona inductora del sueño.
- Asegurar una temperatura adecuada en la habitación. La temperatura corporal baja aproximadamente 1 ºC de manera natural cuando se duerme. Por lo tanto, en entornos más frescos, el descanso será mejor.
- Ajusta la iluminación. Es recomendable que la habitación cuente con luz tenue y con persianas o cortinas que proporcionen oscuridad y eviten que las luces de fuera puedan molestar o interrumpir el descanso.
- Cuidar la alimentación y el consumo de bebidas. Es recomendable mantener un hábito de cenar al menos 3 horas antes de ir a dormir y en ningún caso realizar cenas pesadas, ya que el proceso de digestión puede interferir en nuestra calidad de sueño. Por su parte, alimentos como el pavo, la leche y la avena son ricas en triptófano, un aminoácido esencial y precursor de la producción de melatonina, por lo que pueden ayudar a dormir mejor. También es importante evitar la cafeína después del mediodía, ya que su tiempo de eliminación puede ser largo (de unas 12 horas).
Además, para completar estos consejos y conocer más en profundidad el tema, te facilitamos este webinar en el que la Dra. Daniela Silva, eHealth Medical Manager de Cigna Healthcare España, explica qué es el sueño saludable, los distintos trastornos existentes y su implicación en la salud.
Comparte el webinar “Más allá de nuestros sueños” con tus empleados.