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CÓMO PREVENIR Y QUÉ HACER EN CASO DE ACCIDENTE POR AHOGAMIENTO

CÓMO PREVENIR Y QUÉ HACER EN CASO DE ACCIDENTE POR AHOGAMIENTO

La asfixia por ahogamiento es la segunda causa de muerte accidental en menores de 19 años de edad en nuestro país, tras los accidentes de tráfico.
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La asfixia por ahogamiento es una de las principales causas de muerte en nuestro país, afectando de manera especial a los más pequeños: según datos de la Asociación Española de Pediatría, el ahogamiento es la segunda causa de muerte accidental en menores de 19 años de edad, tras los accidentes de tráfico.

Por esta razón, es muy importante incidir en las medidas de prevención, ya que en muchos casos estos accidentes pueden evitarse. Además, es fundamental conocer las pautas de actuación en caso de ahogamiento: saber cuáles son los pasos a seguir en la maniobra de reanimación cardiopulmonar puede evitar un desenlace fatal. 

¿Cómo prevenir los accidentes por ahogamiento?

En los casos de ahogamientos y otros accidentes en el agua, es preciso adoptar la llamada conducta A.V.A. (Advertir, Valorar, Adoptar). Este modo de proceder se basa en mantener una actitud de alerta para advertir cualquier situación de riesgo, valorar el peligro y adoptar una actitud segura.

Además, existen algunas pautas algunas pautas de seguridad para prevenir accidentes y evitar lesiones por esta causa:

  • Supervisión y seguridad con los más pequeños. Tras los accidentes de tráfico el ahogamiento es la segunda causa de muerte accidental en menores de 19 años de edad. Por ello, es fundamental la supervisión constante del niño que se encuentre próximo a cualquier entorno acuático. Una buena idea es seguir la llamada norma 10/20: mirar a la piscina, como mínimo, cada 10 segundos y comprobar que es posible llegar hasta donde está el menor con el brazo en menos de 20 segundos.
  • Natación desde edades tempranas. Los niños a partir de 4 años tienen la suficiente destreza y autonomía de movimientos para nadar. Por eso, es conveniente que aprendan cuánto antes.
  • Uso de dispositivos personales de flotación. Es aconsejable usar un chaleco salvavidas, evitando el uso de flotadores que se puedan deshinchar, cuando los más pequeños estén cerca del agua y siempre que se navegue en embarcaciones de recreo.
  • Respeto al agua y al resto de bañistas. Los más pequeños deben conocer el peligro que entraña para ellos y para el resto de los bañistas no respetar las medidas de seguridad, así como la importancia de no correr por superficies mojadas y no tirarse cerca de los bordillos o escaleras.
  • Los bañistas más mayores, siempre acompañados. El perfil principal de víctimas por ahogamiento son personas de más de 65 años. Por ello, hay que procurar que siempre estén acompañados.
  • Evitar situaciones de riesgo. El Ministerio de Sanidad incide en la importancia de bañarse únicamente en zonas que cuenten con la presencia de socorristas y prestar especial atención a la señalización, algo enormemente relevante en el caso de playas no habituales, ríos y pantanos. Además, es necesario evitar conductas de riesgo, como son el consumo de alcohol, meterse en el agua de noche o hacerlo de manera brusca tras haber comido o practicado deporte de manera intensa, o si se ha estado tomando el sol durante un largo periodo de tiempo.

¿Qué hacer en caso de presenciar un ahogamiento?

En caso de accidente por ahogamiento, es importante conocer algunas medidas básicas que pueden salvar vidas. En este caso, lo más acertado es seguir la conducta P.A.S (Proteger, Avisar y Socorrer):

  • Sacar a la persona del agua y garantizar un entorno seguro, avisar al servicio de emergencia (socorrista, 112…)
  • Evaluar su consciencia y respiración para saber si está en parada cardiorrespiratoria.
  • Proceder a la Maniobra de Reanimación Cardiopulmonar (RCP):
  1. Colocar al afectado boca arriba sobre el suelo.
  2. Situar el talón de la mano sobre el tercio inferior del esternón, y la palma de la otra mano sobre la primera y entrelaza los dedos.
  3. Hacer peso con nuestro cuerpo directamente sobre las dos manos, con los brazos perpendiculares al cuerpo y estirando los codos.
  4. Comprimir 30 veces de forma rápida el centro del pecho con ambas manos entrelazadas.
  5. Después de las primeras 30 compresiones de pecho, colocar una mano en la frente de la persona, dos dedos en la punta de su barbilla e inclinar suavemente su cuello hacia atrás.
  6. Hacer pinza en su nariz, abrir su boca e insuflar aire 2 veces, asegurándose de que su pecho se levanta con cada respiración.
  7. Repetir el ciclo de 30 compresiones de pecho y 2 respiraciones (30:2) hasta que lleguen los efectivos sanitarios o la persona comience a respirar nuevamente.