Durante los meses de noviembre y diciembre, los empleados suelen participar en eventos sociales, como las cenas de Navidad de empresa, o reuniones familiares. Estos eventos, que a menudo terminan tarde, llevan a muchos a dormir menos horas, lo que provoca una acumulación de fatiga. Además, el consumo de alcohol y las comidas copiosas de estas ocasiones puede interrumpir el sueño profundo, exacerbando la sensación de cansancio al día siguiente. Todo ello, puede alterar los ritmos biológicos, lo que se traduce en una disminución de la calidad del sueño, falta de concentración y un aumento del estrés.
Este fenómeno se conoce como jetlag social y hace referencia a la desalineación entre los horarios sociales (como el trabajo o las obligaciones familiares) y los ritmos biológicos naturales, principalmente el ciclo circadiano. Se produce cuando las personas ajustan sus horarios de sueño y vigilia para cumplir con las demandas sociales, lo que genera una disrupción en el equilibrio biológico. El jetlag social puede resultar en un descenso en la productividad, mayor propensión a cometer errores y un impacto negativo en el bienestar emocional de los empleados. La fatiga acumulada y el estrés por cumplir con múltiples obligaciones pueden llevar a un agotamiento emocional, afectando el estado de ánimo y la satisfacción en el trabajo.
Para mitigar estos efectos, las empresas pueden adoptar varias estrategias que ayuden a los empleados a cuidar su descanso y bienestar en esta época del año:
- Elegir horarios adecuados para los eventos. Es fundamental planificar las cenas de Navidad y otros eventos corporativos a horas que no interfieran con los horarios de descanso de los empleados. Evitar que estos eventos se extiendan hasta muy tarde puede ayudar a que los trabajadores mantengan una mejor rutina de sueño, permitiendo que se recuperen adecuadamente para afrontar sus responsabilidades laborales al día siguiente.
- Implementar rutinas de desconexión. Para que los empleados pueden relajarse y prepararse mentalmente se pueden crear rutinas de desconexión, a través de actividades como una hora de yoga o meditación a la salida de la oficina antes de los eventos festivos. Al finalizar los eventos, las empresas pueden invitar a los empleados a participar en sesiones de reflexión, donde compartan sus experiencias y estrategias sobre cómo manejan el jetlag social, contribuyendo a la cohesión del equipo.
- Crear espacios de descanso en la oficina. Habilitar zonas tranquilas en el trabajo puede ayudar a aliviar el estrés acumulado y mejorar la concentración. Estos podrían ser áreas dedicadas a la meditación, el arte o la lectura, equipadas con elementos que promuevan la tranquilidad, como plantas, iluminación suave y muebles cómodos. Los empleados pueden utilizar estos espacios en sus pausas para desconectar, permitiendo una recuperación mental que contrarresta el estrés y la fatiga.
- “Happy hour” del sueño. Una vez al mes, se puede organizar una “happy hour” enfocada en la concienciación sobre la importancia del sueño y el bienestar. Durante estas sesiones, expertos en salud y bienestar podrían ofrecer charlas sobre la importancia del sueño, técnicas de relajación y hábitos saludables. Esto no solo educa a los empleados, sino que también crea un ambiente comunitario donde todos pueden compartir experiencias y consejos sobre cómo manejar el jetlag social.
- Planificar eventos “zen”. Al organizar los eventos de la empresa, como la cena de Navidad, se pueden incorporar elementos de bienestar, como yoga o meditación, así como opciones de comida saludable y estaciones de hidratación. Además, permitir a los empleados participar en la planificación del evento puede generar un sentido de propiedad y bienestar, asegurando que el evento sea placentero y equilibrado.
Además, puedes compartir con tu plantilla estos consejos para vencer el jetlag social.