El reloj biológico, o ritmo circadiano, influye en nuestros patrones de sueño y vigilia, regulando cuando nos sentimos más alerta y cuándo nos sentimos más somnolientos, y tiene un papel clave en la regulación de nuestros patrones de descanso.

Descubrir si eres un "búho", una "alondra" o un "colibrí" puede ser útil para comprender mejor tus patrones de sueño y optimizar tu calidad de descanso. Aquellos con ritmos circadianos más nocturnos tienden a ser "búhos", mientras que aquellos con ritmos más diurnos son más como "alondras" y los que tienen mayor capacidad de adaptarse a cualquier horario “colibríes”. Este ajuste natural puede afectar la calidad del sueño, especialmente si nuestras rutinas diarias no están alineadas con nuestros ritmos biológicos naturales.

Seguir un horario regular de sueño, así como adoptar hábitos de vida saludables, ayudan a la sincronización de los ritmos circadianos

En este sentido, los microdescansos o pequeñas pausas a lo largo del día, como tomar unos minutos para estirarse, meditar o simplemente descansar los ojos, pueden ayudar a reducir el estrés y la fatiga acumulados, recargar energías, permitir que el cuerpo se recupere físicamente y mantener unos niveles óptimos de concentración y productividad. Esto puede contribuir a un estado de relajación general que facilita conciliar el sueño por la noche.

En este sentido, entender nuestro reloj biológico puede ayudarnos a optimizar nuestra calidad de sueño ajustando nuestras rutinas diarias, como establecer horarios regulares para dormir y despertarse, exponernos a la luz natural durante el día y limitar la exposición a la luz artificial durante la noche. Estos pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia en la calidad de nuestro descanso y en cómo nos sentimos durante el día.