DÍA EUROPEO PARA LA PREVENCIÓN DEL CÁNCER DE PIEL: ALGUNOS FALSOS MITOS SOBRE LA EXPOSICIÓN SOLAR QUE CONVIENE DESTERRAR
Aunque tomar el sol de forma moderada conlleva beneficios para la salud, ya que estimula la síntesis de vitamina D, reduce la tensión arterial y favorece la circulación sanguínea periférica, entre otros beneficios, la exposición prolongada y sin tomar las medidas de foto-protección adecuadas puede provocar un impacto muy negativo en la salud.
Tal y como indica la Dra. Marta López Tomás, miembro del equipo médico de Cigna España, “El melanoma cutáneo es un tipo de cáncer maligno de la piel cuya incidencia está aumentando en los últimos años. Sin embargo, tomando las medidas adecuadas, como limitar la exposición a los rayos UV y utilizar fotoprotectores adecuados, podemos contribuir a su prevención. También es necesario desmitificar algunas creencias sobre cómo proteger la piel del sol, ya que estos falsos mitos generan desinformación entre la población y fomentan las malas prácticas a la hora de exponerse a la radiación solar”.
En este sentido, desde Cigna España hemos identificado seis mitos sobre la exposición al sol, analizando los efectos nocivos que conlleva su creencia. ¡Sigue leyendo!
- “Las cremas solares no caducan”. Los protectores solares mantienen su efectividad intacta durante doce meses. A partir de entonces, pueden perder sus propiedades y no proteger la piel de una manera óptima, según indica la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Para garantizar su correcta conservación a lo largo de los meses, los envases con producto se deben guardar en armarios o cajones alejados de la exposición al sol y con una temperatura estable. Si al abrir el bote se detecta mal olor o una textura más líquida de lo normal, es probable que no conserve el nivel de protección inicial.
- “Una vez se aplica el fotoprotector, ya se está protegido del sol”. De media, el tiempo de absorción de una crema solar se encuentra en torno a 30 minutos. Por ello, es recomendable aplicar el fotoprotector sobre la piel al menos media hora antes de exponerse al sol y hacerlo en cantidad abundante y bien distribuida. Si la exposición a los rayos UV se produce inmediatamente después del aplicado de la crema solar, los agentes protectores aún no habrán empezado a hacer efecto, y el riesgo de sufrir una quemadura será elevado. Además, el tiempo de protección que ofrecen estos productos no es ilimitado, por lo que es necesario aplicarlos cada cierto tiempo (lo recomendable es cada dos horas como mínimo) para garantizar su efecto.
- “El uso de la crema solar evita tener que tomar otras precauciones”. A pesar de que el uso de fotoprotectores es imprescindible a la hora de exponerse al sol, éstos no son la única forma que existe de minimizar riesgos. La utilización de ropa y tejidos adecuados que cubran el cuerpo o el correcto uso de la sombrilla en la playa son algunas de las precauciones necesarias que contribuyen a prevenir la aparición de problemáticas relacionadas con la sobreexposición solar. También es importante evitar la exposición solar en las horas centrales del día.
- “Hay que exponerse mucho tiempo al sol para obtener la vitamina D necesaria”. La producción de vitamina D no está relacionada con el tiempo de exposición al sol. Para obtener la cantidad necesaria, es necesario incluir en nuestra dieta alimentos ricos en este nutriente, como son los pescados azules, los huevos o los lácteos enteros. La exposición de la piel a la luz solar durante unos 15 minutos es suficiente para favorecer su síntesis por parte del organismo.
- “La crema solar water resistant garantiza la protección al salir del agua”. Se calcula que secarse con la toalla al salir del agua elimina cerca del 80% de la crema aplicada. A pesar de que este tipo de fotoprotectores resistentes al agua ofrecen protección real dentro del mar o piscina, es imprescindible aplicar de nuevo el producto después de secarse.
- “El maquillaje con protector puede sustituir a la crema solar”. El uso de maquillaje con factor de protección solar no puede utilizarse como sustitutivo de los fotoprotectores. La mayoría de los cosméticos con protección suelen incluir filtros químicos que pueden degradarse con la exposición al sol. Además, no se suele aplicar la cantidad necesaria para garantizar la protección indicada en el producto.