¿CÓMO AFECTA EL ESTRÉS A LAS PERSONAS QUE TIENEN CÁNCER?
Las personas que tienen cáncer pueden considerar que los efectos físicos, emocionales y sociales de la enfermedad son estresantes. Aquellos que intentan controlar su estrés con comportamientos como fumar o beber alcohol o que se vuelven más sedentarios pueden tener una peor calidad de vida después del tratamiento contra el cáncer. En contraste, se ha demostrado que las personas que utilizan estrategias efectivas para lidiar con el estrés, como las técnicas de relajación y manejo del estrés, tienen niveles más bajos de depresión, ansiedad y síntomas relacionados con el cáncer y su tratamiento. Sin embargo, no hay evidencia de que la gestión del estrés mejore la supervivencia del cáncer.
La evidencia de estudios experimentales sugiere que el estrés puede afectar la capacidad de un tumor para crecer y diseminarse (metástasis).
Aunque todavía no hay pruebas concluyentes de que el estrés afecte directamente los resultados del cáncer, algunos datos sugieren que los pacientes pueden desarrollar una sensación de impotencia o desesperanza cuando el estrés se vuelve abrumador. Esta respuesta está asociada con tasas más altas de mortalidad. Puede ser que las personas que se sienten desamparadas o desesperadas no busquen tratamiento cuando enferman, lo abandonan prematuramente o no siguen una terapia potencialmente útil, tienen comportamientos de riesgo como el uso de drogas o no mantienen un estilo de vida saludable.
¿Cómo pueden las personas con cáncer aprender a lidiar con el estrés?
El apoyo emocional y social puede ayudar a los pacientes a aprender a sobrellevar el estrés. Dicho apoyo puede reducir los niveles de depresión, ansiedad y síntomas relacionados con la enfermedad y el tratamiento. Recomedamos algunas acciones que ayudan a gestionar el estrés:
- Técnicas de relajación, meditación o gestión del estrés.
- Terapia con un especialista.
- Sesiones educativas sobre el cáncer.
- Apoyo social en un entorno grupal.
- Medicamentos para la depresión o la ansiedad.
- Ejercicio físico.
Se recomienda que todos los pacientes visiten a un psico-oncólogo al inicio del tratamiento para evaluar si necesitan ayuda para controlar sus niveles de estrés.