COMO PLANIFICAR UN PROGRAMA DE EJERCICIOS
Es importante consultar con el médico antes de comenzar cualquier tipo de ejercicio.
Hay que comenzar despacio, incluso si solo se puede realizar actividad física durante unos minutos al día. La mejor forma de empezar a realizar actividad física es caminando. Es una actividad simple que se puede ir aumentando lentamente. Los músculos del cuerpo serán los que irán marcando si se necesita reducir o aumentar la velocidad y los periodos de descanso.
Se debe de empezar por periodos cortos de ejercicio con descansos frecuentes. Por ejemplo, caminar enérgicamente durante unos minutos, después reducir la velocidad y volver a caminar enérgicamente hasta que realizar 30 minutos de actividad enérgica. Se puede dividir la actividad en tres sesiones de 10 minutos, si es necesario.
Además, es muy beneficioso incluir actividad física que use grupos musculares grandes, como los muslos, el abdomen, el pecho y la espalda. La fuerza, la flexibilidad y la aptitud aeróbica son partes importantes de un buen programa de ejercicios.
Incluir algunos ejercicios con una banda de resistencia o pesas ayudan a mantener la masa muscular magra y la fuerza ósea. Se pueden también incluir ejercicios que aumentan la flexibilidad y el movimiento en las articulaciones.
Hay que comenzar siempre con ejercicios de calentamiento (levantar los brazos sobre la cabeza, golpear los dedos de los pies, andar y levantar las rodillas son algunos ejemplos) durante aproximadamente 2 a 3 minutos. Y después de realizar cualquier tipo de actividad física es importante estirar, como por ejemplo respirar profundamente y agacharse para tocar los dedos de los pies para relajar todos los grupos musculares.
Es importante no esforzarse en exceso mientras se está en tratamiento. Hay que escuchar al cuerpo y descansar cuando se necesite.