CUIDANDO AL CUIDADOR DEL PACIENTE DE CÁNCER
Enfrentarse a un diagnóstico de cáncer es una experiencia muy compleja para la persona enferma y para sus seres queridos. En la gran mayoría de ocasiones, la familia es uno de los principales apoyos del enfermo, tanto en su cuidado como a la hora de hacer frente a decisiones, emociones y cambios en su forma habitual de vida.
Cuidar de una persona enferma puede ser una experiencia enriquecedora que ayude a crecer y madurar. Pero al mismo tiempo, también puede llegar a causar estrés, cansancio y agotamiento. Por todo ello, desde la organización es importante poner a disposición de los empleados que cuiden a pacientes de cáncer ciertas herramientas que les ayuden a gestionar mejor esta situación.
El primer paso para desarrollar un programa de apoyo a cuidadores de pacientes con cáncer es comprender los retos a los que esta persona se está enfrentando:
- Cada paciente de cáncer reacciona de diferente manera ante la enfermedad, y es frecuente que sientan tensión, angustia, nerviosismo, irritabilidad o incluso desánimo. Estas emociones pueden hacer que se comporten de un modo intransigente o excesivamente exigente. Pese a que son actitudes comprensibles, si se mantienen en el tiempo pueden llegar a perjudicar las relaciones entre la persona enferma y sus familiares. Por eso, es importante ofrecer a nuestros empleados asesoramiento psicológico que les permita mejorar su respuesta emocional.
- Muchas personas experimentan dificultades a la hora de abordar el tema del cáncer en su entorno, porque no saben si es mejor hablar o no de la enfermedad y cuál es la mejor manera de hacerlo. Una medida de apoyo puede ser proporcionar formación en habilidades de comunicación, que permita una mejor identificación de los miedos anticipatorios y la reflexión acerca de las ventajas e inconvenientes de un diálogo abierto sobre la enfermedad, entre otros aspectos.
- El cuidador tiene que hacer un esfuerzo por conocer mejor los deseos y necesidades del enfermo. Por eso, es importante que esta persona tenga buenas estrategias de autorregulación emocional, que le permitan gestionar los tiempos para que el paciente pueda asimilar la noticia y pueda estar en posición de compartir sentimientos y emociones con su entorno.
- Es importante proporcionar un clima de confianza hacia la persona enferma, en el que no se imponga al paciente lo que tiene que hacer, y se evite expresar sentimientos de culpabilidad de manera inconsciente hacia el enfermo con frases del tipo “ya te dije que deberías haberte hecho antes esas pruebas” o “deberías haber ido antes al médico”. Una vez más, la estrategia de autorregulación emocional es fundamental para superar con éxito este desafío.
Por todo esto, una de las medidas que más ayudará a los empleados cuidadores de pacientes con cáncer será la puesta en marcha de un programa especializado de apoyo psicológico, que les ayude a afrontar el diagnóstico, comprender el tratamiento y sus efectos, manejar los miedos, facilitar la comunicación con el familiar y normalizar las reacciones emocionales.