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¿Cómo hablar con un compañero de trabajo que tiene cáncer?

Hablar con un compañero que convive con un proceso oncológico puede resultar complicado para algunas personas, ya que a menudo no se tiene la confianza suficiente con la otra persona para saber cómo abordar el tema. ¿Qué se debe decir y qué comentarios es mejor evitar? ¿Es buena idea preguntarles cómo se sienten? ¿Cómo podemos mostrar nuestro apoyo sin resultar invasivos?

Como recomendación general, debemos dejar que sea la persona quien tome la iniciativa y decida el momento en el que quiere hablar. Cuando esto ocurra, debemos escuchar atentamente lo que dice y cómo lo dice, además de poner en práctica ciertas pautas:



  1. Transmite apoyo, interés y preocupación de manera prudente. Algunas frases pueden ser:

    • “Lamento saber que estás pasando por esto. Tienes todo mi apoyo”.
    • “No sé qué decir, pero quiero que sepas que me preocupo mucho por ti”.
    • “Si quieres hablar, aquí estoy”.
    • “Si necesitas cualquier cosa avísame para que pueda ayudarte”.
  2. Evita dar consejos, sugerencias o recomendaciones. En vez de esto, muestra una actitud de escucha activa, haz preguntas y presta atención a la señales de la persona.
  3. No muestres un optimismo falso, ni le digas a la otra persona que conserve una actitud positiva.
  4. Aprende a gestionar los silencios en la conversación. Evita hablar por hablar: los silencios pueden servir de ayuda a la otra persona para enfocar sus pensamientos, e incluso pueden resultar reconfortantes.
  5. Trata de mantener contacto visual, ya que es una de las mejores maneras para hacerle entender a la otra persona que estás escuchándola atentamente.
  6. Evita frases del tipo “sé cómo te sientes”. La respuesta es difícil, tal vez el paciente no pueda responderla, e incluso puede llegar a resultar ofensivo.
  7. Relájate y habla con tranquilidad. No es momento para torbellinos de palabras nerviosas.
  8. Si en algún momento sientes que la emoción te invade, no lo ocultes: explícaselo a la persona y retírate unos minutos. Evita que sea ella quien tenga que consolarte.
  9. El cáncer no tiene por qué ser el centro de todas las conversaciones: reír o hablar acerca de otras cosas son a menudo distracciones bien recibidas.
  10. Sé tú mismo. Deja que las palabras y actos salgan de tu corazón de manera sincera, y trata de no preocuparte en exceso acerca de si estás haciendo las cosas de la manera correcta.

Y recuerda: el mejor apoyo es estar ahí.